DISSERTAZIONI DI DOTTORATO
2007-2008

RUIZ Eleuterio Ramón

«Los pobres tomarán posesión de la tierra».
Estudio exegético del Salmo 37 y su recepción en el canon y en la interpretación antigua

El Salmo 37 suele ser clasificado por los exégetas modernos como «sapiencial», y explicado como una colección de proverbios unidos artificialmente gracias a la secuencia alfabética. Según esa opinión común, se trataría de simples reafirmaciones «dogmáticas» de los principios de la retribución, que el Salmo defendería más allá de las situaciones concretas que en la realidad parecen desmentirlos. La primera parte de la tesis muestra, por el contrario, que el Salmo está estructurado como un discurso parenético orientado a calmar a un destinatario exasperado por la injusticia y que se ve tentado de reaccionar violentamente para restablecer la justicia. El texto lo exhorta a no hacerlo, proponiéndole una esperanza de tipo escatológico: pronto Yhwh intervendrá imponiendo la justicia en el mundo; y como consecuencia, los malvados terminarán, mientras que los justos-pobres tomarán posesión de la tierra. Basado en esta convicción, el «maestro» que habla en el Salmo insiste en que la actitud mejor es la de esperar en Yhwh y perseverar en el bien.

En la segunda parte de la tesis se ofrecen dos tipos de contraprueba que apoyan la lectura propuesta para el Salmo. En primer lugar, se muestra que la perspectiva escatológica del Salmo está integrada en el canon del Salterio, que también asume las contradicciones de la vida presente y orienta las esperanzas hacia el reinado escatológico de Yhwh y la alabanza universal. Esta misma perspectiva se encuentra reconocida y asumida en la cita del Salmo que hace la bienaventuranza de Mt 5,5. En segundo lugar, la historia de la interpretación del Salmo da muestras de que su orientación escatológica fue percibida ya desde sus comienzos, como se ve en el pešer qumránico del mismo y en la interpretación antigua. La recuperación de esta perspectiva le devuelve al Salmo sus dimensiones concretas –necesidad de poseer una tierra, anhelos de paz y prosperidad, compromiso con la justicia–, al mismo tiempo que invita a integrar en la vivencia de la fe la dimensión escatológica, impulsora de la novedad y generadora de esperanza.