DISSERTAZIONI DI DOTTORATO
2007-2008

RUIZ FREITES Gonzalo Andrés, I.V.E.

«Hoy conmigo estarás en el paraíso».
El carácter salvífico de la crucifixión y muerte de Jesús en la narración de San Lucas (Lc 23,33-49)

Mod.: Prof. Klemens STOCK

En los últimos decenios ha surgido un amplio debate entre los autores acerca del valor soteriológico de los relatos de la pasión y muerte de Jesús en evangelio de Lucas. ¿Cuál es la relación entre la pasión-muerte de Jesús y la salvación por Él obrada? Muchos autores sostienen que para Lucas los eventos relevantes en orden a la salvación son la resurrección-glorificación de Jesús y el envío del Espíritu Santo. La pasión está privada de sentido salvífico o, si lo tiene, es sólo relativo y en orden a la resurrección. Un estudio del pensamiento de estos autores muestra que dan por sentado que el valor de la cruz es nulo o está atenuado en el tercer evangelio sólo porque Lucas no usa las mismas expresiones que Marcos o Pablo, sin considerar atentamente los elementos del relato mismo de la crucifixión.
   La tesis es un estudio exegético de la narración de la crucifixión y muerte de Jesús de Lucas en una perspectiva soteriológica. Se trata de ver si para Lucas la cruz tiene dentro de la obra de la salvación un específico valor soteriológico. La perícopa es estudiada a la luz del contexto de Lc-He buscando determinar si los elementos que la componen revelan que Jesús está obrando la salvación mediante su muerte en cruz. La metodología de trabajo es de tipo sincrónica.
   Luego de una introducción con un amplio status quaestionis sobre el estado actual de la discusión, los distintos elementos del relato son estudiados según su orden de aparición y teniendo en cuenta cómo están articulados entre ellos. Lucas hace converger en la pasión de Jesús distintas tradiciones del AT que preparaban su venida y su obra salvífica, y al mismo tiempo muestra la novedad de la salvación obrada en su pasión. Además de numerosas alusiones a profecías contenidas en los Salmos, Jesús en medio de dos malhechores e intercediendo por sus enemigos es presentado como el Siervo de YHWH, tal y como Él mismo ha afirmado en Lc 22,37. A esta presentación contribuye el título el Elegido proferido por los jefes en sus burlas (Lc 23,35), y la calificación de justo dada por el centurión (Lc 23,47). El trasfondo de la figura del Siervo, las palabras de la institución eucarística (Lc 22,19-20) y otras afirmaciones contenidas en la obra de Lucas (por ej. en He 20,28) revelan que la muerte de Jesús es una muerte sacrificial y a favor de otros. En las burlas se afirma además que Jesús es Mesías-Rey y que tiene capacidad para salvar a otros. Su mesianidad en Lucas está en relación con su ser Salvador (cf. Lc 2,11). Lucas además tiene un particular vocabulario de salvación en el cual usa el verbo salvar casi técnicamente para la salvación en sentido teológico, que incluye el perdón de los pecados (cf. Lc 1,77). La realeza tiene igualmente un contenido soteriológico, tanto en relación a la mesianidad como en cuanto Jesús tiene potestad para disponer sobre el reino que su Padre la ha conferido (Lc 22,29-30; 23,43). El ápice de la revelación del carácter salvífico del relato y de los acontecimientos allí narrados es la promesa de Jesús al criminal penitente (Lc 23,43). La promesa es soteriológica en todos sus elementos y asegura al malhechor la salvación definitiva ese mismo día, el día de la muerte de Jesús. Esto implica una comunión con Jesús y con Dios en el paraíso, y por lo mismo, la abolición del pecado. El aspecto de la comunión con Jesús presente en el relato pone fundamentos sólidos para la explicación teológica del carácter solidario de la pasión y muerte del Salvador, es decir, de cómo alcanzan a los hombres los efectos salvíficos allí obtenidos. Lucas, además, describe en los que asisten a la escena efectos soteriológicos (cf. Lc 23,47-49). De modo que del análisis del entero relato, de sus elementos y de la articulación de los mismos, y a la luz del contexto de la doble obra de Lucas, se concluye el neto corte soteriológico de la escena allí descrita.
   La pasión y muerte de Jesús forman un todo con su resurrección y exaltación. Se trata de una única obra de la salvación en la que cada parte tiene su específica función soteriológica. La resurrección es parte integrante e indispensable de la obra salvífica que Jesús cumple en un único proceso de salida de este mundo (Lc 9,31). Pero la pasión y la muerte conservan su intrínseco valor soteriológico en orden al perdón de los pecados y al restablecimiento consiguiente de la comunión con Dios.