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DISSERTAZIONI DI DOTTORATO
2002-2003

VILLOTA HERRERO Salvador, O.Carm.

«Palabras sin ocaso». Estudio lingüístico-semántico sobre el valor interpretativo de Mc 13,28-37

Mod.: R.P. Klemens STOCK, S.J.

La tesis trata de determinar la peculiar función interpretativa de la última sección del discurso escatológico marquiano (13,28-37), sobre la que — hasta estos momentos — ningún estudio se ha ocupado específicamente.
    Nuestra aproximación metodológica al texto se inscribe en la corriente del análisis narrativo sincrónico, puesto en práctica mediante la realización de un estudio lingüístico-semántico de Mc 13,28-37 y de aquellos otros fragmentos tratados en la investigación. Ésta se articula en tres capítulos principales en los que se van especificando las características de nuestra perícopa, y de un cuarto capítulo conclusivo en el que se sintetizan los resultados alcanzados.
    El análisis exegético de Mc 13,28-37 realizado en el primer capítulo permite constatar que dichos versículos forman una sección propia y consistente en sí misma dentro de Mc 13,5b-37. Permite verificar, asimismo, que en su organización quiástica interna, la parte central (vv.30-32) asume la importancia mayor, y que la sentencia del v.31 se manifiesta como el punto nuclear de toda la sección. Ésta queda abierta en su contenido a todo el discurso escatológico previamente expuesto (13,[1-4]5-27), en base a las características comunicativas, cognitivas y temporales resaltadas al interno de la misma.
    En el segundo capítulo realizamos el estudio de las correlaciones existentes en el ámbito comunicativo, cognitivo y temporal entre Mc 13,28-37 y Mc 13,1-27. Dichas correlaciones nos han permitido determinar y formular la peculiar función de Mc 13,28-37 en el discurso escatológico; es esta: Mc 13,28-37 confiere una clara relevancia a los rasgos esenciales de índole comunicativa, cognitiva y temporal que recorren el discurso y confluyen — de modo singular — en tal sección, y exponiéndolos con un lenguaje de matiz sapiencial, configura una clave permanente de lectura del discurso escatológico (Mc 13,[1-4]5-27), validando los elementos allí expuestos y reclamando su continua reflexión, comprensión y aplicación práctica mientras dure este hoy.
    En el tercer capítulo determinamos y analizamos las correlaciones existentes entre Mc 13 (vv.28-37) y el resto del evangelio, estudiando concretamente cuatro textos: 1,1-15; 8,27—9,1; 14,32-42; 16,1-8, elegidos sobre la base de la presencia más palpable, en ellos, de la terminología comunicativa, cognitiva y temporal empleada en Mc 13,28-37. En el ámbito comunicativo, se verifica que la veracidad y eficacia permanente del mensaje evangélico, como se expresa y sintetiza en 13,31, son inseparables de la persona de Jesús (1,14-15; 8,38; Cf. 6,50; 9,7) quien, con su muerte y resurrección (16,7: kathôs eipen hymin), corrobora el valor profético (14,28; Cf. 13,23: proeirêka) de sus palabras. Mc 13,28-37 constata, asimismo, la centralidad de la persona de Jesús en la línea cognitiva que atraviesa el evangelio. La perseverancia exigida al discípulo en 13,33-37 y concretizada en su misma vida (13,9-13) presupone, igualmente, el conocimiento y la experiencia de Jesús resucitado (16,1-7); por eso se acentúa la necesidad de discernir y conocer la identidad de «Aquel que viene» (13,24-27.35b), comprendiendo la revelación de la persona de Jesús expuesta a lo largo de toda la obra (como Hijo de Dios: 1,11; Cf. 9,7; 15,39; y Mesías sufriente: 8,31-32a; 14,32-42). La «vigilancia» (Cf. 14,32-42) es para el discípulo — a través de 13,28-37 — un requerimiento permanente en el periodo escatológico, como actitud que engloba toda su persona, a «todos» (13,37) y siempre (13,33.35-36), reclamándole la viva espera de «Aquel que viene» (13,26-27.35) y la firme fidelidad ante la tentación (8,32; 14,32-42) proveniente de los falsos seductores (Cf. 13,5b-6.20-22), del sufrimiento (Cf. 13,9-13) y de la monotonía diaria (13,36). Respecto al ámbito temporal, el discurso emplaza a los discípulos en el periodo posterior a la pasión — resurrección de Jesús, ya indicado en 8,31b: meta treis hêmeras. Mc 13,5b-37 presupone tal enseñanza sobre el destino de Jesús y que los discípulos, testigos de Su pasión y resurrección, serán conscientes de que lo eterno — patente en Jesús resucitado — incide en el presente y lo orienta hacia el futuro esperado (13,26-27.35).
    El carácter sintético, sapiencial y simbólico empleado en Mc 13,28-37 aúna y expone esos rasgos fundamentales del evangelio referentes al discipulado y a la dimensión teológico — cristológica presente en la historia, conformando una preciosa armonía de contrarios (conocimiento-desconocimiento; cercanía — ausencia; aprender — enseñar; vigilancia — sueño) muy útil para que el lector la recuerde, medite y extraiga la enseñanza pertinente para vivir fielmente su seguimiento de Jesús.
    Esta clave de lectura ofrecida en 13,28-37 corrobora la validez del discurso y de todo el evangelio para el periodo pospascual, y permite concebir a la realidad histórica (13,5b-23) como el lugar propio donde vivir el discipulado y discernir los rasgos de la presencia divina, aplicando la enseñanza permanente recibida de Jesús y su propio Camino, tal y como lo expone Mc. Permite, asimismo, volver al discurso desde los eventos históricos para entender, de modo más profundo, las «palabras» allí transmitidas. En esa dinámica, el lector — apoyado siempre en las «palabras sin ocaso» del Maestro (13,31) — podrá ir creciendo en la comprensión, orientación y vivencia de su íntima relación con el Hijo del hombre que Viene (13,35; Cf. 13,26-27), y con el Padre que domina sabiamente su misma realidad histórica (13,32).